El taller del pasado sábado significaba el final de la trayectoria en cuanto a la enseñanza, ya que me quedaba sin lugar para poder impartir los talleres. Para mí, fue un día un poco melancólico, ya que me es realmente gratificante enseñar a elaborar cosmética y, el hecho de pensar que ya no iba a tener sitio para hacerlo ocasionó, por ejemplo, que sacara pocas fotos.
Millones de gracias a Alaitz, Maite, Mirari y Gurutze, por su paciencia y por las ganas con las que vinistéis a jabonear, ¡qué se veía desde lejos!
Aquí, el pequeño reportaje. ¿Habrá más?…